El mito del trazado del contorno del cadáver en las escenas del crimen

En muchas películas y series de televisión en la que se desarrolla un crimen es común observar que en la escena del hecho, personal policial o forenses realizan un trazado alrededor del cuerpo, comúnmente con tiza blanca o con cinta, para dejar temporalmente su contorno dibujado en el suelo (chalk outline). Si bien esta práctica fue realizada ocasionalmente en el pasado (aunque no exactamente con fines de investigación, sino para los fotógrafos de prensa), y es realizada a veces para marcar o brindar mayor visibilidad a ciertos objetos indiciarios, lo cierto es que la mayoría de las fuerzas policiales e investigadores modernos del mundo no la llevan a cabo. Y el motivo es simple: estas siluetas podrían contaminar la escena del hecho.

Pero más allá de que esta práctica no está contemplada en ningún protocolo de investigación forense, el trazado del contorno del cadáver se ha difundido mucho en la cultura popular, volviéndose uno de los clichés más icónicos para ilustrar una escena del crimen y cualquier actividad “CSI”.
De hecho, se ha extendido su uso de forma humorística, para mostrar una posición incómoda o presagiando la muerte inminente de un personaje. Un ejemplo de esto son la serie de películas “La Pistola Desnuda” (Naked Gun), entre otras películas y series de comedia. Aunque este elemento comenzó a utilizarse mucho antes: la primera vez que se mostró un trazado con tiza del contorno de un cuerpo fue en 1958, en el episodio “The Case of the Perjured Parrot” de la serie de televisión Perry Mason.

Estos esbozados en tiza representados en TV han incluso jugado en contra de la investigación criminal. Numerosos han sido los casos en que los propios policías, influenciados por estas series, han contaminado escenas del crimen creyendo que delinear los cuerpos era la forma correcta de proceder antes de retirar el cadáver.